martes, 8 de agosto de 2017

El Inconcebible Universo, Sueños de Unidad - José Gordon

Reseña

Un viejo sueño cruza los cerebros de Albert Einstein, Edward Witten y Stephen Hawking; también los de Walt Whitman, Jorge Luis Borges y Octavio Paz. Es el sueño de que, más allá de las apariencias, todas las expresiones y fuerzas de la naturaleza podrían estar unificadas. En este fascinante ensayo, el escritor José Gordon nos interna en el ejercicio de imaginación que realizan ciencia y literatura, con sus respectivos instrumentos, para tratar de sondear un universo que desafía todas nuestras nociones. Con información de primera mano de científicos de vanguardia como el premio Nobel de Física George Smoot o como Roger Penrose y Leonard Susskind, nos encontraremos con los mapas más audaces de nuestro tiempo que intentan abrir nuevas ventanas de la naturaleza. Estas indagaciones, algunas de ellas no exentas de polémicas, tienen el misterio y atractivo de un buen relato literario entremezclado magistralmente con las exploraciones de narradores como Isaac Bashevis Singer, Amos Oz o Fernando del Paso, que también rondan el sueño de un nivel de la existencia que rebasa las fronteras del espacio y del tiempo: ¡el Aleph de Borges a la vista! El inconcebible universo, maravillosamente ilustrado por Patricio Betteo, nos invita a asomarnos, por el ojo de la cerradura, a un memorable viaje poético y científico de múltiples cuerdas y dimensiones que se quedarán vibrando en la imaginación del lector.

Crítica
Esta va a ser una opinión muy personal aclarando y dejando en claro que no poseo ningún conocimiento profesional como crítico, como siempre ha sido doy la parte personal que libros dejaron en mí. Si entiendes esto entonces todo puede seguir fluyendo.

Abro con esta aclaración porque este es un libro distinto a los que acostumbro a hacerle alguna crítica y la razón es porque se trata de una amalgama entre ciencia y literatura. Resulta que este libro lo adquirí porque me gustan las entrevistas que hace José Gordon y aprecio su trabajo como divulgador científico, pero debo decir que, en este caso, la idea me pareció ridícula.

Lo que Gordon nos trata de explicar es como la ciencia y la literatura fluyen de manera armónica, como si la literatura, los escritores y la poesía escondieran el secreto mismo de los avances científicos, como si entre sus frases enigmáticas se encontrara la verdad de todo.

El hacer una unión de una cosa con la otra es una idea por demás absurda, ya que demás está decir que una cosa es que nosotros leamos historias fantásticas y asombrosas, románticas, terroríficas, misteriosas o incluso graciosas, pero una muy distinta es la función de la ciencia como tal.

La segunda cosa es la reiterada frase “Y vi…” al inicio y al final de cada capítulo que por cierto son apenas un par de hojas por capítulo, como si con eso fuese a darle un toque dramático y poético. La verdad me he quedado una duda y es que al leer yo el libro, tenía conocimiento de la mayoría de los conceptos científicos que el autor intenta explicar y que a decir verdad se dejan bien claros en el libro, pero quisiera saber si a alguien que no conoce estos aspectos de la ciencia ¿se le haría claro identificar cuando el escritor habla de literatura y cuando de ciencia?

El libro es corto y con capítulos pequeños y fáciles de leer, pero ay momentos que se vuelve demasiado cursi y desesperante, y eso que estamos hablando del universo.